Os facilito un ejercicio muy útil para los peques y si os digo la verdad también para los adultos. Al menos a mi me funciona, saco a Pepe y respiro subiendo y bajando las montañas de mis dedos.

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Ojalá me hubieran presentado a Pepe de pequeña, en aquellos momentos que no sabía gestionar los nervios, el enfado... ante situaciones como por ejemplo salir a la pizarra, hacer un examen, hablar en público, una discusión, etc.

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Tantas situaciones que nos producen incomodidad, esas que estamos acostumbrados a rechazar y a evitar. Pues aquí estamos aprendiendo a afrontarlas con herramientas poderosas, tales como la respiración, esa que esta ahí siempre y que a veces no sabemos ni que está.

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Ofreciendo a través del juego estas herramientas les estaremos regalando algo más que trabajar un ejercicio divertido, y es afrontar la vida tal cual es con sus situaciones agradables y las que no son tan agradables, que también forman parte de esta y no pasa nada.

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Espero de corazón que tanto a los niños como a los adultos os sea útil.