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SOBRE MÍ Y MI RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN

Actualizado: 1 jul 2020

Desde muy pequeñita he sentido la necesidad de ayudar a los más pequeños. ¿Por qué? Nunca lo he sabido, pero siempre he sentido esa energía que me conectaba con ellos. Aún recuerdo cuando tenía que elegir la carrera que quería estudiar, mi padre me dijo ¿Estás segura de que quieres dedicarte a esto a pesar de las barreras que hay para encontrar un buen trabajo y tener una buena estabilidad en tu futuro? Yo estaba completamente segura.

Antes de nada me gustaría contaros un poco sobre mi. Tengo la suerte de tener una hermana mayor, y con esto os cuento que tuve una infancia bonita junto a ella porque fue mi principal modelo a seguir y junto a unos padres que me criaron como ellos solo sabían y siempre con sus mejores intenciones. Os adoro.

Algo importante tuvo que fallar, ya que a día de hoy he sufrido estados emocionales en numerosas ocasiones, sin saber muy bien gestionar los problemas y las dificultades que la vida nos plantea.

Una de las cosas importantes que hoy en día enseñamos a los más pequeños es que formen su propia independencia y aprendan ellos mismos a realizar sus tareas y resolver los diferentes problemas que la vida les puede plantear, como por ejemplo hacer la cama o cómo resolver una discusión con un amigo.

Durante mi infancia o incluso en mi edad adulta, he recibido muchos comentarios tales como: "Esa cama no se hace así", "No cojas asi el cuchillo, trae ya lo hago yo", "Tu serás igual que tu hermana de lista y estudiosa"

Todo esto me hacía sentirme incapaz de hacer nada, tanto, que se creó en mi interior la sensación de miedo a intentar hacer cosas por si las hacía mal. Y ya veréis de qué manera pueden influir estas enseñanzas en el futuro de una niñ@.

Si nunca me dejaron pelar una manzana, hacer la cama porque la hacía mal, equivocarme en general ¿Cómo iba a saber por mí misma solucionar un problema sin que me afectara emocionalmente?

Hoy en día, en pleno siglo XXI, desgraciadamente necesitar la ayuda de un profesional sigue siendo un tema tabú, pero creedme que todos necesitaríamos un psicólogo en nuestras vidas, las cosas podrían ir mucho mejor. Y no lo digo yo, solo hace falta mirar con antención a nuestro alrededor para darse cuenta. Aprovecho para nombrar a Marina Bazaga Santorio, gran profesional de la psicología, me ayudó en una etapa difícil para mi y no dudaría en volver a pedirle ayuda si sintiera la necesidad. En poco tiempo, me hizo reflexionar sobre muchos aspectos de mi vida. Por ello te vuelvo a dar las gracias, gracias por tocar ese botón que en ese momento me fue tan necesario. :)

Nos han enseñado a que tenemos que luchar contra los malos momentos, a ser fuertes, a negar emociones, a decir ¡No pasa nada! ¡No estés triste! Al final tenemos que creérnoslo. Crear otras emociones y negar lo que verdaderamente sentimos, no es la mejor solución a los problemas. Muchos de vosotros probablemente lo habéis experimentado de una manera u otra.



Algunas veces, la forma de educar a un niño/a es la misma o parecida que hace algunos años, por tanto se siguen los mismos patrones, incluso a veces los profesiones de la educación tenemos tendencia a usar esos mismos patrones sin ni si quiera darnos cuenta. ¿Por qué? Lo hacemos de forma inconsciente, de forma automatizada, porque es lo que se nos ha transmitido.

Pero mirad qué importante es poner atención en la forma de tratar a los niños/as. Un simple comentario, como por ejemplo, "Si es que es zurda, no sabe", "Es una niña muy vergonzosa, le da miedo hablar en público" por muy simple que parezca puede afectar mucho.

A veces, se hace por proteger, pero tenemos que entender que para que pueda haber un aprendizaje, tenemos que dar libertad y permitir que surja el error, hacer ver que no pasa nada y está dentro de lo permitido. "El error forma parte del aprendizaje y sin error no hay progreso".



Lo que quiero resumir con todo esto es que la forma con la que tratemos a un niño/a puede marcar su vida y su futuro. La responsabilidad que tenemos como educadores, maestros, padres, madres o familiares, es crucial para crear una mente sana y que todo fluya correctamente.

Gracias a las experiencias que he ido experimentando, voy construyendo lo que soy, sin querer cambiar nada, esa oruga que va transformándose, sufriendo esa metamorfosis, necesaria para volar como una mariposa, y enseñar a los más pequeños desde el corazón.

El objetivo de este blog, de esta web, no solo estará enfocado a contaros mis anécdotas, quiero aportar mi granito de arena, haciendoos ver que a través de mi historia os podéis sentir identificados de alguna manera y así recoger las semillas que os sean necesarias para seguir vuestra metamorfosis propia y poder transmitir y acompañar a nuestros niñ@s de una forma amable y respetando todo su camino. Desde mi formación, desde mis experiencias y sobre todo desde el cariño.

 
 
 

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